El gobierno y la oposición de Nicaragua fueron convocados por la Iglesia a iniciar un diálogo el próximo viernes de cara a una salida negociada a la crisis que dejó 152 muertos, horas antes de un paro que paralizará al país.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) anunció el miércoles la convocatoria a retomar el diálogo luego de que el presidente Daniel Ortega respondiera a su propuesta de democratización.

El comunicado de la CEN indica que en la cita del viernes en Managua darán a conocer el planteamiento de los obispos y la la respuesta escrita que les remitió Ortega.

El anuncio se produjo en momentos en que la población nicaragüense despliega un frenesí de compras en preparación para el paro de labores del jueves, convocado por la alianza opositora para presionar a Ortega a cesar la represión.

"Ya compre lo necesario para comer, tenemos que hacer este sacrificio" de paralizar labores, manifestó Jorge Esquivel, cuando salía de un supermercado, en vísperas de la paralización de 24 horas el jueves.

Esquivel, de 60 años, declaró que "estoy de acuerdo" con el paro y recordó que ya vivió una experiencia similar durante la lucha para derrocar a la dictadura de Anastasio Somoza en 1979.

La paralización fue convocada a partir de las 00H00 locales (06h00 GMT) del jueves por la Alianza Nacional por la Justicia y la Democracia, que aglutina a estudiantes, empresarios y sociedad civil.

La medida fue anunciada después de que los obispos entregaron a Ortega, la semana pasada, una propuesta para retomar el diálogo con sus opositores.

Desde entonces, la represión a las protestas ha recrudecido en todo el país, con ataques de fusilería y de hombres armados encapuchados a bordo de camionetas y motocicletas, mientras casi todas las rutas del país se encuentran cerradas por los manifestantes con los llamados "tranques".

- El costo del paro -
Pobladores de Managua y otras ciudades se lanzaron a comprar granos básicos, leche, pan y hortalizas ante la posibilidad de que el paro se extienda por más de un día.

"La economía produce 35 millones de dólares diarios, puede ser que no todo se paralice porque hay actividades que no pueden detenerse", por lo que se estima en términos de valor se deje de producir entre 25 a 30 millones, dijo a la AFP Mario Arana, directivo de la Asociación de Productores y exportadores de Nicaragua (APEN).

El sector privado, otrora aliado de Ortega, rompió esa alianza en medio de las violentas protetas.

La solución a la crisis "se ha tomado mas tiempo de lo que realmente justifica la situación. La población está siendo reprimida y este paro es para expresar ese descontento y sentir de la ciudadanía", manifestó Arana.

"Antes realizaba de 20.000 a 30.000 dólares por día, pero desde que comenzaron esas bullas (protestas) la gente no quiere invertir. Está baja la actividad, no sabemos qu va a pasar", dijo con preocupación Marina Oviedo, que trabaja en la compra y venta de dólares en Managua.

En el mercado Israel Lewites, en el oeste de Managua, los comerciantes anticipaban que no abrirán sus puestos ante el temor de salir a la calle y a ser blanco de grupos paramilitares que se movilizan en camionetas y motos disparando sus fusiles.

"Yo no estoy de acuerdo con el paro, no me parece que sea la solución. Hay gente como la señora que vende tortillas, el taxista, el que vende agua en la calle que no tienen un salario y viven con lo que consiguen a diario", manifestó una socióloga que prefirió no dar su nombre.

Desde que se iniciaron las manifestaciones el 18 de abril, el balance de víctima es de 152 muertos y 1.340 heridos, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

La economía de Nicaragua, uno de los países más pobres de Centroamérica, presentó la última década altos indices de crecimiento, con tasas entre 4% y 5% según cifras oficiales reconocidas por organismos internacionales.

Con la crisis sociopolítica, estimaciones no oficiales esperan una caída del 1% PIB, que en términos de valor alcanza 800 millones de dólares, según la ONG Consultores para el Desarrollo Empresarial (Copade).

Ortega, de 72 años, está en el poder desde 2007 y enfrenta acusaciones de abuso de poder y corrupción de parte de sus opositores.

- Guerra civil -
Algunos nicaragüenses parecen estar listos para alzarse en armas.

"Yo en lo personal, esto ya lo veía venir, para mí esto que está sucediendo es una guerra civil escalonada", dijo un dirigente estudiantil conocido como "El Gato", uno de cientos que han ocupado los campos universitarios de Managua desde abril.

"La mayoría de los que estamos aquí no lo quiere ver así, pero en lo personal creo que (...) nos vamos a tener que armar para estar al mismo nivel que ellos" en algún momento, agregó, refiriéndose a las fuerzas del orden y las "turbas" progubernamentales.

La situación es especialmente grave en la ciudad de Masaya, un antiguo bastión sandinista de unos 100.000 habitantes al sureste de Managua.

Consultado sobre cuánto tiempo seguiría protestando, el estudiante con el rostro cubierto dijo: "El tiempo que sea necesario".